A unos 15 minutos en auto desde el poblado de Sajama, entre bofedales en los cuales llamas y alpacas pastan tranquilamente y la belleza de la cordillera, encontramos los baños termales de Manasaya, una serie de pozas de aguas medicinales con una temperatura alrededor de los 35 grados.
Los turistas que llegan hasta aquí pueden disfrutar no solo de los beneficios terapéuticos de estas aguas que salen de las entrañas de la tierra ricas de sales minerales, también encuentran una increíble vista sobre el majestuoso nevado Sajama.
En 2016 la comunidad de Manasaya se ha organizado para ofrecer mayor comodidad a los visitantes de este maravilloso lugar: 22 comunarios se juntaron para construir un balneario que dispone además de duchas, vestidores, sanitario y un restaurante abierto todos los días por el almuerzo.
“Cada 15 días nos turnamos entre socios en el manejo del restaurante” cuenta DonSevero Cañari, actual encargado de los baños termales, mostrándonos las fotos de los atractivos del Parque Nacional que adornan el restaurante. “Si el cliente nos llama con anticipación incluso podemos organizar la cena”.
Por un pequeño precio de 15 bolivianos (30 extranjeros) los turistas pueden disfrutar de este lugar paradisiaco: “En el precio le incluimos también una toalla a cada cliente”, añade Severo.
Los baños termales están abierto al público todo el año para ofrecer un servicio de calidad a los turistas que llegan de todo el mundo para visitar los atractivos y la riqueza natural y animal del Parque Nacional Sajama.